domingo, 8 de junio de 2014

TRAPANI Y ERICE

TRAPANI
Con dolor de corazón dejamos Segesta. Una media hora de autovía y ya estábamos en Trapani que, ya en la antigüedad, fue un importante puerto fenicio, siendo conquistada posteriormente por romanos, vándalos, bizantinos y musulmanes. Adquirió gran importancia económica en el siglo X, durante la dominación árabe, por el comercio de coral y la actividad marinera, que en actualmente sigue teniendo importancia por sus salinas que se extienden hasta Marsala.
Está situada en una península y la ciudad antigua se articula alrededor de dos calles, el Corso Vittorio Emanuele y el Italia. Llegamos y había algún acto oficial, no sabemos cuál, pero vimos desfilar a todas las fuerzas vivas de la ciudad.



 

Ayuntamiento, Palazzo Senatorio













Palazzo Vescoville (Arzobispal)
 A lo largo del Corso Vittorio Emanuele se encuentra la Catedral de san Lorenzo, la Chiesa del Gesuiti,  y el Ayuntamiento, todos barrocos.

 En una calle lateral está la Chiesa del Purgatorio, del XVII, que guarda unas imágenes en madera usadas en la procesión del Viernes Santo.


 En otra de las calles principales, Via Garibaldi, se pueden ver importantes palacios barrocos

Y vuelta al coche para ir a la estación del funicular que sube a Erice. Está alejado del casco histórico de Trapani y muy, muy mal, por no decir nada, indicado. Después de varias vueltas como pollos sin cabeza, preguntamos y, un amable trapanense (no sé si dice así) fue a coger su coche y nos escoltó hasta la estación de FUNIVIA que por 9 € te sube y te baja a/de Erice. En su página web te indica los días que funciona pues en ocasiones, por el viento, está cerrado y hay que subir en coche.http://www.funiviaerice.it/tariffe.php

El viaje dura unos 15 ó 20 minutos, pero para mí, que tengo vértigo, fue una eternidad. Dicen los que podían mirar que las vistas merecen la pena, yo hablo “por boca de ganso” porque no fui capaz de abrir los ojos.

ERICE
Está en un peñasco a 751 metros sobre Trapani. tiene muchas reminiscencias mitológicas: para los griegos, era el lugar de culto a Venus Erycina, diosa de la fertilidad, en un templo fundado por Eneas, Virgilio la cita en la Eneida y, también que Dédalo aterrizó aquí. Lo que sí es constatable es que, como muchas ciudades sicilianas, por aquí pasaron griegos, cartaginesses, romanos, árabes, normandos, ... Y lo cierto es que todavía conserva el aire medieval, llegar aquí es como volver al pasado. Y si entra la niebla, que debe ser habitual, más todavía.
El nombre actual de la ciudad se debe a Mussolini, pues hasta 1934 se llamó Monte San Giuliano.

 Al bajar del funicular se entra en la ciudad por la puerta de Trapani
Se hacía la hora y necesitábamos ya comer, en esta ocasión la elección fue desafortunada, un sitio algo desangelado, el hotel Moderno, en la Via Vittorio Emanuel, unos 19 € por persona por una comida, digamos poco reciente y una botella de vino.



La Chiesa Madre, Santa Maria della Asunta, del siglo XIV, levantada bajo el reinado de Federico de Aragón, muestra un particular campanario, separado de la iglesia que es en realidad una torre de vigilancia aragonesa de 1315. El pórtico de la iglesia pese a ser gótico, algo poco habitual en la barroca Sicilia, data del 1426. Sin embargo el gótico del interior es un “parche” de 1852.




Otros quince minutos de sufrimiento de bajada en funicular a Trapani, coche y carretera  hacia Selinunte, aproximadamente una hora y media.

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